Tras ganar la 37 Copa del Mundo de Descenso Vonn se ha convertido en la mejor esquiadora alpina de la historia, tanto en hombres como en mujeres, al superar a Annemarie Moser-Pröll, cuyo récord de 36 victorias se ha mantenido a salvo durante casi 36 años.
«¡Me gusta mucho Cortina! Es el lugar donde conseguí mi primer podio. El año pasado rompí el récord absoluto, lo que fue increíble. Fue otro día perfecto en Cortina», dijo una exultante Vonn.
La estadounidense se ha llevado por delante la mayoría de los récords en la categoría femenina, sobre todo los de velocidad. Con la última victoria, el número en su haber llega hasta 74. El récord absoluto de triunfos en la Copa del Mundo lo ostenta la leyenda sueca Ingemark Stenmark con 86.
«Cuanto más habla la gente de los récords, más difícil es batirlos. Yo lo que intento es mantener la concentración», dice Vonn, quien admitió haber sentido mucha presión antes de la carrera. Desde luego, la victoria no fue fácil.
«Necesito centrarme para la siguiente competición, ir poco a poco, día a día. No voy a empezar a pensar en los números porque eso te puede despistar. Lo único que haría sería hacer todo aún más complicado, solo necesito esquiar de forma eficaz, sin cometer errores. Después, los resultados y los récords vendrán por sí mismos».
En las carreras, muchos esquiadores tienen problemas con los cambios en el viento, peo Vonn es Vonn, y se mostró muy contenta por haber sido capaz de superar las difíciles condiciones meteorológicas. En la clasificación superó a la canadiense Larisa Yurkiw por 0,28 segundos.
«Creo que he esquiado realmente bien, sobre todo arriba, en la parte de abajo fui un poco demasiado hacia la derecha, pero así y todo lo logré. Siempre es complicado enfrentarse a estas condiciones, pues el viento iba y venía. Hay quien lo tenía de cara y otros de cola. Me hace muy feliz conseguir otra victoria y otro récord».